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entrevista a david albala
Por Javiera López Layana
PACTO DE FUGA: UNA PELÍULA EN SINCRONÍA AL NUEVO CHILE
A un año de la revuelta social conversamos con David Albala, director de “Pacto de Fuga” sobre los cruces de una cinta de época con el presente, su opinión sobre el uso de la violencia en contextos de violación a los derechos humanos y la situación de los presos políticos del estallido, temas que para él, más por sincronía que por coincidencia, volvieron a estar en palestra luego de tres décadas de un escape imposible.
La primera vez que David Albala, director de la película “Pacto de Fuga”, escuchó en Radio Cooperativa sobre la “Operación Éxito” tenía 18 años. Fue tal su interés que cuando llegó a los Estados Unidos a estudiar Cine y Televisión en la Universidad de Texas en Austin buscó la película para verla.
Al no encontrarla dejó anotado en su cabeza el deseo de algún día ver esa historia en la pantalla grande. Luego de tres décadas de espera, David Albala cumplió su palabra. A inicios de este año “Pacto de Fuga” se estrenó en todos los cines del país.
La cinta de ficción está inspirada en un hecho real que ocurrió el 30 de enero de 1990. Ese día, 49 presos políticos protagonizaron la llamada “Operación Éxito”, una cinematográfica fuga de la Cárcel Pública de Santiago a través de un túnel de más de 80 metros realizado durante 18 meses de excavación realizada con un destornillador, ingenio y rebeldía.
Para su director, la cinta relata “la búsqueda de libertad” de diferentes reos vinculados al Frente Patriótico Manuel Rodríguez y al Partido Comunista quienes protagonizaron un plan maestro curtido en las postrimerías de la dictadura y concretado a sólo 40 días de la llegada de Patricio Aylwin a la presidencia de la República.
“Hay muchas historias, lo que falta es el presupuesto para poder hacerlas”.
“Nunca imaginamos que los temas de la película iban a ser eco y se iban a volver a manifestar a través de las conversaciones que la ciudadanía empezó a tener en la calle.”
SINCRONÍA UNIVERSAL
El 17 de octubre de 2019, David Albala y el elenco de la película protagonizado por Benjamín Vicuña, Roberto Farías, Francisca Gavilán, entre otros, se dieron cita en un evento a solo metros de la ex Carcel para ver la cinta. Sin embargo, ni en la mejor de las operaciones de escape, el equipo podría haber previsto lo que Chile viviría en las semanas posteriores a ese evento.
¿Estallido, revuelta o revolución?
Revuelta no me gusta. Me gusta más expresión social o mejor “expansión social”. Lo encuentro más bonito pues la conciencia siempre la teníamos y se expresó finalmente en la falta de reconocimiento de las reivindicaciones sociales que arrastramos durante treinta años.
¿ Cómo ha sido para ti este año ?
Ha sido un año muy diferente porque pasó algo que yo creía que nunca iba a pasar. Cuando vivía en Estados Unidos con un amigo decíamos “¿Por qué los chilenos no salen a la calle a reclamar -como lo harían los argentinos- porque les subieron la cuenta del agua, de la luz, por qué si el costo de la salud es impagable? ¿Por qué no salían si en el fondo eso genera una frustración y una rabia enorme? ¿Por qué los chilenos no salen?”.
A algunos posiblemente les daba más bronca que nos compararan con los argentinos ...
¡Claro! Entonces yo decía: “Eso nunca va a pasar”. Entonces, hablábamos con mi amigo y decíamos: “¿Por qué no creamos un programa que se llame ‘Why don't they do it?’ (¿Por qué no lo hacen?). Luego volví a Chile y siguieron pasando esas mismas cosas durante muchos años y me repetía: “¡No va a pasar absolutamente nada!”. ¿Será porque no hay costumbres, idiosincrasia, no está dentro de la cultura o nuestro ADN? De repente se generó una oportunidad llamada a veces manifestación social, expansión social, estallido social o revuelta (risas).
O revolución ...
¡Sí! Una revolución que permitió sacar a la luz una serie de temáticas que se arrastraban y que nadie había dado respuesta. Mientras eso ocurría nuestras autoridades nos decían que podíamos comprar flores o que nos teníamos que levantar más temprano. ¡Eso es impresentable comunicacionalmente en un gobierno! No puedes permitir que un gobierno le hable así a su pueblo ¡No puedes permitirle que hable así!
¿Qué demuestra?
Indolencia, inconsciencia y estupidez. Evidentemente tú puedes decir: “Miren en nuestra economía están pasando estas cosas”, pero tú no puedes hablar sin tener consciencia de a quién le hablas y cuánto nos cuesta a todos y todas vivir, sobrevivir o cómo le ganarnos la vida.
En medio de ese contexto tú estabas pronto a estrenar Pacto de Fuga...
Solo faltaba una semana para estrenar. Un día antes del 18 de octubre hicimos una exhibición de la película justo donde estaba la cárcel. Participó todo el elenco y todos los asistentes aplaudieron y decían: “¡Qué fuerza tiene la película! Y justo, al otro día quedó la tendalá.
¿Dónde estabas? ¿Cómo lo viviste?
Ese viernes yo estaba en un cumpleaños y nos dicen: “está quedando la cagá”. Pregunté: “¿Dónde?” y me respondieron: “En el centro”. Luego, durante el lunes todo el equipo nos reunimos con Fox, quienes eran nuestros distribuidores a nivel local y nos preguntamos: “¿Y ahora qué hacemos?”. En ese momento decidimos que se suspendía el estreno porque estaban cerrando todas las salas de cine.
Había que esperar y dejar que la protesta se expresara. No había de otra.
A la conquista de un frentista
En el 2015, David Albala “se coló” a la celebración del 25 aniversario de la “Operación Éxito” en el Bar Liguria. En el segundo piso conoció cara a cara a Raúl Blanchet Muñoz, periodista, escritor, analista político e integrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
El director de películas cómo “PersPecPlejia” o programas “Los Patiperros” le contó a Blanchet sobre su sueño de hacer una película del escape y a pesar de las resistencias iniciales, terminó comiendo junto al resto de los compañeros del ex frentista. Después de esa noche intercambiaron teléfonos y luego de un año de conversaciones y ganar su confianza salió humo blanco y comenzó el trabajo en conjunto que consistió en una treintena de entrevistas que le hizo a Raúl, revisión de material bibliográfico y su asesoría en la escritura del guión. La pre-producción comenzó recién en julio del 2017.
¿Por qué decidiste retratar una fuga imposible en un momento donde se estaba gestando una crítica social precisamente a la “medida de lo posible”?
Primero, cuando ganamos el CORFO comenzamos un proceso de desarrollo que implicó mucho tiempo. En ese proceso conocí a Raúl Blanchet a quien invité a ver el primer tráiler que habíamos hecho y comencé a conquistar su confianza. Me tomó casi un año que él se sentara con buena disposición en frente mío. Luego seguimos trabajando mucho tiempo antes del rodaje y él tenía un montón de reticencias a contarme cosas. A veces le preguntaba: “Oye, ¿Cómo hacían eso en la cárcel?” y él me decía: “No te lo puedo contar”.
¿Era como un mago que revela sus secretos?
Claro. Entonces yo le decía: “¿Por qué no?” y él me respondía “Porque puede que lo necesite para volver a usarlo”. A eso le respondía: “Mira uno: no te vas a ir preso de nuevo y dos: no te van a mandar a una cárcel de la cual te puedas fugar. Así que mejor cuéntame cómo lo hicieron entonces” (Risas).
A partir de eso trabajé directamente con Raúl, quien fue asesor de guión, arte, producción y entrenó a todo el elenco haciéndoles practicar ejercicios de instrucción en Catapilco. De alguna manera necesitábamos que entraran en la formalidad y que pudieran compenetrarse con los personajes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, quienes se habían realmente entrenado en Nicaragua, en Cuba y en Europa del Este.
Las comidas las armaban en grupos de triadas que lavaban los platos y dormían en las piezas igual que cómo iban a dormir en las celdas de la cárcel. Luego, vino hacer una película que hablaba de cosas que se hablan hoy día y que comenzaron a hablarse explícitamente. Antes se hablaba de estas cosas en círculos privados, pero después del estallido/revuelta/expansión social nunca imaginamos que los temas de la película iban a ser eco y se iban a volver a manifestar a través de las conversaciones que la ciudadanía empezó a tener en la calle.
El chilenaje
La banda sonora de “Pacto de Fuga” quedó a cargo de Juan Cristóbal Meza y tiene 13 composiciones entre temas originales y emblemáticas canciones nacionales. El trailer de la película se musicalizó al ritmo de “El baile de los que sobran”, decisión artística tomada un año antes de que se volviera uno de los principales himnos de la revuelta social. “Cuando elegimos el soundtrack de la película buscábamos letras que fueran significativas”, cuenta David Albala.
Y después sentiste esas mismas canciones en la Alameda...
Esas canciones comenzaron a sonar en la calle ¡Eso fue impresionante! Uno dice: “¡Wow! El “Baile de los que sobran” estaba puesto en el corte final de la película en marzo del año 2019. Estaba cerrada la película en ese momento y después vino la post- producción. Estaba dentro porque funcionaba muy bien para la película y aportaba mucho para el relato que estábamos haciendo. Y luego sonó en la calle y se transformó en un himno.
¿Crees que fue una coincidencia?
Yo no hablo de coincidencia, hablo de sincronía. Son sincronías universales esas cosas que sin planearlas directamente, se terminan fusionando y colaborando mutuamente para expresar un mensaje a una conciencia colectiva. Al final esto es la expresión de muchas personas que coincidimos en que era necesario redactar una Nueva Constitución en democracia. Fue una sincronía hacer una película que terminó hablando de cosas que se hablan hoy día en forma colectiva.
¿Cuál es tu opinión respecto a la construcción de memoria histórica y de referentes cinematográficos, audiovisuales con esas historias que se forjaron al calor de la transición? ¿Existe un vacío sobre esos años dentro del cine chileno?
Indudablemente “Pacto de Fuga” aporta a la construcción de memoria histórica de un contexto político particular como el fin de la dictadura. Cuando dices que faltan más películas que retratan cosas que ocurrieron justo después o en el proceso de transición, hay libros muy interesantes como la Historia Oculta de la Transición de Ascanio Cavallo. Se podría hacer una película. Lo que ocurre es cómo lo financiamos.
Me preguntaron una vez si el cine chileno estaba en deuda con todas las historias que se pueden contar de Chile, dije que no. El Estado de Chile no ha entendido que la cultura debe ser una inversión y no un gasto, por lo tanto debe proveer mucho más recursos. El presupuesto hoy día está en 70 mil millones de dólares y se está pidiendo el 1 por ciento del presupuesto anual, equivalentes a setecientos millones de dólares. Aunque hay historias tremendamente emocionantes, falta financiamiento para poder hacer y contar esas historias.
Hay muchas historias ...
Hay muchas historias, lo que falta es el presupuesto para poder hacerlas. En Chile posiblemente somos muchos más de mil realizadores y realizadoras, y todos podemos abordar una serie de temas diversos. Pero evidentemente nos falta el presupuesto para contar esas historias que son tremendamente potentes y transversales.
En la película se muestran cuestionamientos de los presos políticos al plebiscito de 1988 y la llegada del gobierno de Patricio Aylwin por su “falta de legitimidad”. En medio de un proceso constituyente, ¿Qué sensación te deja a ti cómo realizador la similitud de las críticas con el presente? ¿Te comentaron sus expectativas con el momento actual? ¿Persistía esa sensación de sospecha o prevalecía la esperanza?
En el proceso de hacer la película, las conversaciones con Raúl, otros entrevistados y lecturas que hicimos evidentemente supimos que los presos políticos no le veían futuro ni creían en una democracia negociada. Ellos consideraban que la búsqueda de la democracia debía ser a través de una revolución social. Se debía sacar al dictador, pero no compartían todas las negociaciones en las que se vio envuelta la Concertación.
Ahora, ¿Por qué se comienza a manifestar nuevamente esa sensación? Porque la gente comenzó a criticar esta “democracia imperfecta” cómo fue definida por la OCDE. Una democracia imperfecta que no cumplió con las reivindicaciones, la equidad, la transparencia ni las oportunidades de participación. Eso sí estaba expresado como una semilla puesta por nuestros personajes. Esta democracia que logramos a lo largo de los treinta años tiene que evolucionar. Hay que propender ese camino, sin desconocer el daño que arrastra la sociedad por haber vivido esta democracia y que ha sido extremadamente permisiva con la violación del libre mercado. Pienso que no vivimos en el libre mercado, el libre mercado está lleno de reglas y sanciones. Si en Estados Unidos tú te coludes, te vas preso. En Chile, te envían a clases de ética. Nuestro país es un mercado neoliberal al cual llamo “Chilenaje” porque solo beneficia un linaje y no está hecho para que todos y todas podamos participar.
Derecho de Rebelión
¿Cuál es tu opinión respecto a qué tan legítimo es o no es el uso de violencia en contextos de violación a los Derechos Humanos por parte de agentes del Estado?
Es una pregunta complicada que requiere un debate profundo. Si analizas cómo surge el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (...) tienes que recurrir a estudiar lo que se llama el derecho de rebelión. Esto está implícitamente en la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776, está explícitamente en la Declaración del Hombre y el Ciudadano después de la revolución francesa, y está implícitamente en la Declaración Universal de las Personas de la ONU de 1948. El derecho de rebelión dice que es legítimo rebelarse levantando las armas contra gobernantes ilegítimos. En ese contexto, el Frente Patriótico surge en el año 83 después de diez años de dictadura donde habían miles de personas asesinadas, desaparecidas y lanzadas al mar. El Frente Patriótico nace para rebelarse contra un opresor ilegítimo. El opresor era Pinochet.
Pero, ¿Qué es lo que pienso yo? Primero, no sé si habría tenido el coraje de formar parte de una organización paramilitar que levanta las armas contra un opresor ilegítimo. Pero, evidentemente puedo entender el dolor y la rabia que arrastraba un partido (Comunista) al cual le habían asesinado a un montón de miembros en circunstancias extra judiciales. No sé si habría tenido el coraje, pero entiendo que no se puede resistir tal represión y tal nivel de asesinato sin tener una reacción al respecto. Dicho esto, uno podría decir también “ninguna muerte es justificable” porque si uno está por la vida, ya no importan las visiones políticas y sociales que uno tenga. No tienen importancia porque la vida está por sobre eso. Cuando hablábamos con Raúl decíamos ¿Cómo puedes tú justificar el asesinato de alguien? ¿Cómo puedes justificar tú el asesinato de alguien en una guerra? Tú puedes decir “No, estaba en guerra; y me tenía que defender”. Está bien. Pero quitaste una vida.
Entonces, habíamos creado una escena en la película en donde hablaba un preso común con el personaje de Rafael Jiménez que interpreta Roberto Farías que no alcanzamos a meterla en la película por tiempo. En la escena, el preso común le decía, "Ustedes y nosotros no somos tan diferentes, porque yo también: “me he echado a personas, he acuchillado ¿Sabís por qué? Porque lo he hecho por mi familia”. Entonces el personaje de Jiménez, que interpreta Roberto Farías, le responde: "Nuestras motivaciones son muy diferentes. Nosotros no somos domésticos, no somos delincuentes comunes. Buscamos reivindicaciones sociales a través de nuestra lucha armada". El personaje del preso común, entonces, le replica: "Sí, pero lo que hicimos; lo hicimos".
Por tanto, más allá de lo que yo pudiera explicar de cómo puede surgir una organización que, inspirada en el derecho a rebelión, levanta las armas contra un opresor ilegítimo; si elevamos la discusión y la llevamos un tema trascendental como lo es el derecho a la vida, a la supremacía de la vida, los argumentos se desmoronan por todos lados. Y al señalar esto, quiero enfatizar, que es una conversación muy complicada que no tiene respuestas fáciles y los puntos de encuentro son tremendamente difíciles de alcanzar y/o consensuar.
¡Es muy complicada!
Es muy complicada porque cuando uno agarra un plumón y pizarra y empieza a decir mira: “¿cómo justificamos estas acciones?”. Porque uno puede buscar justificarlas por esto o por aquello. Porque, en octubre de 1983, los organismos de represión de la dictadura habían asesinado, lanzado al mar, torturado y desaparecido a más de un millar de personas. ¡Es tremendo!. En “Nostalgia de la Luz”, documental de Patricio Guzmán, una de mis películas favoritas, la protagonista está en el desierto buscando los huesos de uno de sus familiares detenido desaparecido. Hay una toma, que es un contraluz en el desierto, en la que ella recoge piedras a contraluz. Y, entonces, tú dices: “¡está buscando a la persona amada que perdió a través de la represión de la dictadura!” .
Que la dictadura se las quitó...
Sí, que la asesinó. ¿Cómo puedes buscar reivindicación si tú no encuentras ese cuerpo amado? ¿Cómo ella puede hacer justicia?. El daño puede percibirse, incluso superior, al hecho mismo que haya habido una dictadura o a que un grupo paramilitar se haya enfrentado a un opresor ilegítimo. El daño es tan profundo porque, lo que se ha dañado, es el derecho a la vida.
Es un debate vivo...
Sí, porque aún continúa y lo seguirá haciendo. Por lo mismo, no juguemos a empatar y, en cambio, tratemos de preguntarnos: ¿cómo nació esta violencia?. Yo creo que ese es un gran objetivo: intentar encontrar las razones de esta profunda diferencia que nos ha dañado tanto y, a la vez, aceptar, aunque no nos guste, que el dolor va a permanecer. Porque, quizás, de esa manera, podrían encontrarse las soluciones para que no vuelva a ocurrir. El debate queda abierto. No puedo darte una respuesta mejor que ésta.
Parece que nadie tiene la respuesta hoy día ¿Crees que se cae en la ley del empate?
¿Qué clase de ley es esa? La ley del empate no es ninguna ley. Tú no puedes entrar en un debate como ese: no, la verdad es que ustedes mataron a un Carabinero; no, es que ustedes mataron a Catrillanca. Si seguimos así no terminaríamos nunca. No podemos. Cada muerto significa un dolor. Un dolor imperdonable. Entonces, ¿cómo logras reconciliarte con un otro, una institución o una persona si es demasiado profunda la herida?. Entonces, no sé si alguien tiene la respuesta para justificar la ley del empate, aunque respuestas se pretendan buscar.
Hoy día hay dos mil quinientos presos políticos de la revuelta ¿Cuál es tu posición respecto a la existencia de esos presos, ¿Crees que es factible concretar una salida política para resolver su situación?
Debo ser franco. No conozco los procesos en los que están. Pero perfectamente se podría preguntar: “¿Por qué los tienen presos?” Y podrían responder: “Por que están imputados”. Perfecto. Entonces: ¿en qué estado se encuentra la causa?. ¿Cuáles son las pruebas de la causa?. El otro día escuchaba en la Radio Bío Bío que hay un montón de gente que ha sido liberada porque no habían pruebas. No tenían la información necesaria para poder procesar a quienes habían sido detenidos durante mucho tiempo. Entonces, por todas las falencias que ha mostrado nuestra justicia no me extraña para nada que exista tal cantidad de encarcelados, esperando en prisión que se resuelva su situación. (Las autoridades) Deberían terminar estas causas. Es una vergüenza. Una vergüenza que no puedan resolver esto y tengan encarcelados a... ¿Cuántos son? ¿Mil personas?.
Dos mil quinientas.
Dos mil quinientas personas: ¿cuál es la causa?. Por ejemplo, si se trata de un de robo a supermercado es atentado a la propiedad privada. Bueno, procésalo por esa causa, con las pruebas necesarias y emite un juicio al respecto. Una sentencia. Pero permanecer en esta vorágine de espera, me parece terrible. Es insólita la incertidumbre en la cual están ellos y ellas y qué curioso, lo voy a decir, que la pandemia le haya venido tan bien a este gobierno.
La gente quedó encerrada. No pudo manifestarse durante mucho tiempo. Hoy lo están haciendo, pero durante mucho tiempo -mientras más de dos mil quinientas personas se mantienen en reclusión- sin que sus causas avancen producto de la pandemia. ¿Acaso eso es por culpa del virus que no pueden avanzar en sus procesos legales? ¿Faltan pruebas? Procésalos y libéralos. Si hay alguien injustamente encarcelado tienes que liberarlo. Es realmente insólito, pero ¿qué podemos esperar de la justicia con todo lo que ha demostrado, con todas las falencias que ha demostrado?.
El futuro de la industria cultural
Tras la llegada de “Pacto de Fuga” a las salas de cine desde finales de enero hasta mediados de marzo, la cinta tuvo más de 230 mil espectadores. Pero, producto de la pandemia por COVID - 19, la película sólo pudo permanecer en salas hasta mediados de marzo debido al cierre de todas las salas de cine del mundo.
“La pandemia ha dificultado el proceso de vender la película a otros territorios. A pesar de todo, la comercialización ha logrado avanzar”, dice Albala. El 28 de agosto la cinta llegó a la plataforma Amazon Prime Vídeo de Estados Unidos y Latinoamérica y actualmente es la única película latina dentro de los top 10.
En términos de proyecciones ¿Tienes temor o esperanza respecto a los cambios que puede producir la pandemia precisamente en la industria cinematográfica?
La pandemia ha tenido un impacto global en un montón de industrias. Con el estallido social se cerraron los cines de Chile, pero con la pandemia se cerraron todos los cines del mundo. Eso no había pasado jamás en nuestra historia. Yo no creo que la pandemia vaya a terminar con la existencia del cine como lo conocemos, en una sala oscura que te proyecta en la pantalla una historia maravillosa. No, yo no creo que vaya a desaparecer el cine. Puede que se demore en activarse porque la gente va a tener que atreverse a ir de nuevo al cine. Esto involucra que uno debe adaptarse a la industria. Eso significa trabajar más con las plataformas. Presentar un montón de proyectos que se pueden grabar aplicando todo el protocolo de sanitización. Si yo tengo que dirigir con mascarilla toda la vida o ponerme esa escafandra transparente, lo haré.
Se trata de adaptarse ...
Adaptarse.
¿O morir?
No, no, adaptarse. Adaptarse y sobrevivir. Adaptarse y persistir. Adaptarse y expandirse a partir del próximo año. Ha sido un año tremendo. Con un amigo decíamos: “Este año nunca existió, que uno podría decir no lo cuento, porque no lo viví”. La verdad pienso que lo viví, pero de otra manera. También uno podría decir este año no se cuenta o este año es para olvidar. Pero pienso que conviene recordar todo lo que te permitió aprender este encierro. Aprender de todas estas reglas que nos impuso una pandemia - que nunca pensamos que íbamos a vivir- y que es casi como estar dentro de una película.
¿Dónde te gustaría que llegara “Pacto de Fuga” ?
Me encantaría poder re-estrenarla en Chile, en salas de cine y en autocines. Sería súper bonito que se empezara a dar en forma permanente. Mientras no haya recambio de películas: ¿por qué no ver Pacto de Fuga si es que no la alcanzaste a ver en pantalla grande? También, me encantaría que se pudiera estrenar en salas en otros países, en Europa, en Asia, en América.
Te quedaste con esas ganas.
Sí, por supuesto. Siempre estuvo planeado así. Estar en salas de cine, en distintos territorios. Creemos que es una película que tiene una temática transversal y que podría interesar a un montón de culturas muy distintas a la nuestra.